martes, 5 de enero de 2010

CUENTO

VIVE LA VIDA
Luís Álvarez Vallejos
Alumno del taller

Un hombre muy adinerado, gozaba de una vida tranquila y relajada, gracias a una gran fortuna que le habia dejado su padre al morir. Su mujer y sus dos hijos complementaban la vida de este hombre de carácter apacible y despreocupado.
Su esposa era una mujer de belleza excepcional, sensata y humilde, su nombre era Estrella, el cual la describía plenamente. Ella ocupaba desde años el tiempo en el cuidado de su anciana madre, dejando un vacío entre sus hijos y ella. Estrella tenia dos hijos, uno era Juan, un adolecente que vivía la vida sintiéndose superior a todos, sin responsabilidades ni preocupaciones gracias a la fortuna que poseia su padre. Margarita era la otra hija, de un carácter sumiso y reservado, había heredado completamente la belleza y humildad de su madre, su tiempo lo ocupaba diseñando sus propios vestidos y estudiando moda en la Universidad.
El padre al heredar tanto dinero comenzó a frecuentar los cacinos de juegos y esto se le formó una rutina; tanto fue su apego a los juegos que empezó a perder gran parte de su dinero, pero nunca se pudo dar cuenta, porque no sabía lo que tenía del dinero heredado.
Él se jactaba de ser un buen padre, pensaba que con la suma que le daba a sus hijos y a su esposa estaba todo bien, dejando todo el tiempo para dedicarse a los juegos. Un día el pequeño Juan sintió curiosidad porque su padre nunca estaba en casa y porque llegaba tarde, entonces esperó la oportunidad y en un descuido se subóo a la parte trasera del auto del padre para seguirlo al lugar en donde éste ocupaba su tiempo. Al llegar Juan se bajó del auto y se encaramó en una muralla, al mirar por la ventana quedo atónito al ver tantas luces, dinero y lo peor de todo, gran cantidad de droga, tanto fue su asombro que desde aquel día nunca más dejó de frecuentar aquel lugar .Comenzó a gastarse todo el dinero que le daba su padre mensualmente, pero con el paso del tiempo este ya no le alcanzaba y no tuvo otra opción que empezar a robarle el dinero a su padre y con el correr de los años se convirtió en un adicto a las drogas .
Estrella se sentía muy culpable, pero el cuidado de su madre hacía difícil que le dedicara mucho tiempo a sus hijos, el carácter fuerte que Juan había adquirido no la dejaba acercarce a él. El padre comenzó a tener una mala racha en el juego y eso le provocó una gran perdida de dinero lo que hizo que le entrara la insertidumbre de saber cuánto dinero poseía; claro que ya era demaciado tarde pues el dinero que le quedaba solo alcanzaba para sobrevivir algunos meses, entonces tuvo que reunir a su familia y contarles la situación por la que estaba pasando e informarles que desde aquel momento les retiraría la suma de dinero que les daba.
Cuando Juan recibió aquella noticia le entró la desesperación all pensar de dónde iba a sacar dinero para sus drogas. Esto le provocó un ataque que lo deribo al hospital, su vida estaba en peligro. Se debat´pia entre la vida y la muerte, y entre alucinaciones, juan rogaba a su padre que lo ayudara a vivir para estar con su madre y su hermana.
La familia por primera vez en mucho tiempo estaba junta, el amor que se entregaban le suplía la tristeza que provocaba la enfermedad de Juan. Un día el doctor llamó a su padre y le informó que el cigarrillo había destrozado un órgano de su cuerpo y que tenía que ser transplantado lo más pronto posible. Aquella operación era muy costosa. Juan ya había salido del coma y le imploraba a su padre que no lo dejara morir pero el dinero que el padre tenía no alcazaba para costear la costosa operación, la tristeza en el rostro del padre era evidente pues él sabía que la culpa de todo la tenía el dinero y ahora ese mismo dinero los podía salvar. Al llegar a casa abrazo a su esposa y su hija y les contó lo que el doctor le había informado y todos lloraron con mucha tristeza.
Un momento padre, le dijo Margarita, tú me dabas todos los meses mucho dinero pero yo solo ocupaba lo que nesecitaba para estudiar y el resto lo guardaba, vamos al baúl de mi pieza y saquemoslo para contarlo. Al darse cuenta que les alcanzaba para la operación y recuperacion de Juan brincaron de alegría. Alto, les dica Estrella yo también tengo que decirles algo, el cuidado de mi madre me quitó toda la vida y ni siquiera tenía tiempo para gastar tanto dinero; yo también lo guardé y es tiempo de ocuparlo.
Juan con el apoyo de su familia salió completamente sano del hospital, con el dinero que la madre había ahorrado compraron un taller de costuras, Margarita con todo lo que aprendió diseñaba los vestidos, Juan repartía a las grandes tiendas, la madre atendía y vendía los hermosos diseños y el padre reunía todo el dinero que ganaban pero ya no lo malgastaban, pues sabía que todo lo que se usa mal termina mal. A la abuela al ver que la familia era felíz y siempre junta le dieron ganas de vivír y sentada en una silla acompañaba a su hija Estrella gran parte del día en sus quehaceres.
La familia con el correr de los años llegó a tener mucho más dinero que lo que el padre tenía antes pero su prioridad ahora era estar juntos.

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